Tomando como guía inicial un boceto dibujado en papel, Gabriela
Berlingeri comienza estirando finos hilos sobre tablas de madera
compensada para enseguida añadir elementos de fuerte énfasis
textural. Es una cartografía que se sirve de la gravedad para sus
espesores y adherencias pero que al proyectarse verticalmente genera
nuevas relaciones con el plano: el mapa se transforma en ventana.
En RGB la escala tonal invoca
a la escala espacial y sugiere una lógica de perspectivas facetadas.
La mirada se eleva siguiendo una progresión de horizontes y planos
inclinados que parecieran iniciarse allende el cuadro, como ángulos
de grandes figuras geométricas (cuadrados, rectángulos, trapecios)
que pudieran quedar “atrapados” dentro de la composición según
esta proyección imaginaria.
(Pablo Thiago Rocca).
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